Para el tan esperado lanzamiento de Windows 10, Microsoft prepara una mega fiesta con eventos especiales en 13 ciudades del mundo con la propuesta de “Mejorar el mundo”. Más acciones que se suman a la gran campaña de marketing para posicionar a su producto estrella en la mente de los consumidores, quienes serán los que emitirán el veredicto final sobre el mismo y aquí en outlook iniciar sesion, te lo adelantamos todo.
Para el lanzamiento de Windows 10, Microsoft ha organizado fiestas simultáneas en 190 países. También habrá eventos especiales en 13 países del mundo: Madrid, Nueva York, Sídney, Pekín, Tokio, Sao Paulo, Londres, Berlín, Singapur, Johannesburgo, Nairobi, Nueva Delhi y Dubái.
Bajo el lema “Mejorar el mundo” la compañía se ha aliado con una decena de organizaciones mundiales sin fines de lucro (como por ejemplo: Code.org, Pencils of Promise, Save the Children) y un centenar de entidades locales. Por su parte, Microsoft se compromete a brindar su apoyo con tecnología e inversiones de 10 millones de dólares en un año.
Dentro del mismo plan de lanzamiento de su sistema operativo, internamente Microsoft ha anunciado a sus empleados de todo el mundo que les dará un día libre para que puedan servir voluntariamente a sus comunidades en los próximos meses. Este tipo de propuestas contrastan bastante con la gran cantidad de despidos (aproximadamente 7800) que la compañía ha decidido en su división de telefonía móvil.
A veces, parecería que Microsoft pierde el eje al centrar su atención en los nombres, títulos, fiestas y otras estrategias de marketing. La gente lo único que necesita son productos simples, fáciles de usar, que no le consuman demasiados recursos. Si no obtiene mejoras, difícilmente esté dispuesta a pagar por algo que es igual a lo que tienen pero más costoso.
Más allá de que la empresa tiene todo su derecho a festejar a lo grande, con bombos y platillos, lo que queda claro es que tanto la fiesta como la campaña para mejorar el mundo forman parte de una gran estrategia de marketing para posicionar al producto. Serán los usuarios los jueces finales, capaces de decretar si el mismo cumplió o no sus expectativas.
