Desde el nacimiento de la Xbox One en 2013, Microsoft ha trabajado duramente para mejorar su consola, corregir los errores que fueron percibiéndose y actualizar su interfaz. Incluso anuncio la retrocompatibilidad de sus juegos con la Xbox 360 cosas que ya te habiamos comentado en outlook iniciar sesion.
Ahora, la empresa de Redmond va por más y anuncia su interés en el cross-network y en aplicaciones universales. ¿De qué se trata esta estrategia de apertura a otras plataformas? De una jugada de marketing de Microsoft que consiste en partir de la propia debilidad para proponer una apertura a Sony en la que los usuarios puedan compartir juegos independientemente de la consola que utilicen.
La política de compartir juegos digitales consiste en que los usuarios de Xbox One y de Windows 10 puedan utilizar los mismos juegos independientemente del artefacto en el que lo utilicen. Y siendo más ambiciosos, que también se puedan compartir títulos entre usuarios de diferentes consolas de marcas rivales o entre usuarios con distintos sistemas operativos.
Esta estrategia, que en principio no fue ni aceptada ni rechazada por Sony, lo que busca es generar una clara diferenciación de la marca en los usuarios. De un lado se encontraría Microsoft, con intenciones de compartir y abrir posibilidades de libre acción. Del otro quedaría Sony, negándose a compartir el mercado de juegos online y compartirlo. El resultado: los usuarios no verían con buenos ojos a una empresa que se niegue a compartir.
Por el momento, Sony sólo se limitó a responder en forma cortés la propuesta de Microsoft, pero no mostró indicios de querer iniciar negociaciones para llevar la idea a la práctica. Habrá que esperar para ver si Microsoft logra concretar sus planes.