Microsoft anuncia que dejará de dar soporte a Skype para Televisores. Aquí en outlook iniciar sesion analizamos las razones que llevaron a la empresa de Redmond a abandonar una iniciativa que tenía mucho por demostrar.
Quien mucho abarca poco aprieta
Desde el 2010 que Skype ofrecía a los usuarios la posibilidad de utilizar su servicio desde algunas m arcas reconocidas de televisores inteligentes. Esto podía resultar verdaderamente útil o práctico para ciertas situaciones cotidianas familiares, como por ejemplo para entablar una videoconferencia grupal con algún miembro que se encontrara de viaje.
El tiempo pasó y con él fueron cambiando los modos en que los usuarios usan y acceden a la aplicación. Cada vez más gente utiliza el servicio desde dispositivos móviles como smparthones, tablets, que se caracterizan por un consumo más privado o solitario.
Analizando estos cambios en los hábitos de sus usuarios, Skype ha comunicado recientemente que a partir del mes de Junio la aplicación de Skype para televisores si bien no dejará de existir, ya no recibirá actualizaciones ni mejoras en la seguridad. El fundamento de dicha decisión es que el servicio se centrará en aquellas plataformas que más se utilizan.
En búsqueda de mayor privacidad
La lectura que puede hacerse luego de conocer el anuncio de Microsoft sobre el futuro de Skype en los televisores, está vinculada con un cambio de estrategia en lo que respecta a la privacidad de los usuarios. Si el servicio de Skype está directamente vinculado al uso personal y privado, que otras personas (familiares o amigos) puedan acceder a los contactos, historial de conversaciones o archivos enviados por medio de la aplicación, representaría una amenaza a esta búsqueda de privacidad de los usuarios.
La pregunta que surge es si en lugar de abandonar el soporte técnico a Skype para tv, Microsoft no podría haber analizado mejor la situación y encontrado alguna alternativa para mantener y potenciar el servicio en lugar de dar un paso al costado.
El riesgo que corre Microsoft es que el día de mañana alguna otra empresa competidora se le ocurra llevar un servicio similar a los televisores con alguna variante original y útil para la gente y se vea obligada a dar marcha atrás demostrando que una vez más le ha faltado visión e iniciativas.
